27 de junio de 2007

Conversación


Estuvimos hablando sobre el corte en las piedras

cuando los ángeles empezaron a cantar entre

las palabras que te decían que no soy yo

el que llora en tus palmas teniendo miedo

de flores, de piedras, de por- que- me- preguntas,

de por- que- no- vienes.


Estuvimos tratando de robar las alas pero

ellos nos hablaban sobre la rosca de trigo

pasada nueve veces encima del féretro y

de las velas caídas del paraíso.


Estuvimos hablando de los otros

cuando los ángeles pararon de cantar.

Anochecer


En los colores del anochecer
los ángeles se alimentaban de nuestros sonidos.
Estábamos caídos de hace tiempo entre las dunas –
masticábamos la arena
y contábamos sus granos entre las muelas,
pensábamos en los que los habíamos dejado,
a los que nos hicieron dejarlos,
tratábamos de reencontrarlos
en los ojos de las estatuas
o en el centro de las bolas de nieve,
hacíamos el amor con las sombras
alargadas en nuestros cuerpos,
los serpientes del desierto nos miraban ,
nos cubrían con su veneno
en un abrazo final.

Más atrás de los muros


Sé que no es ésta la solución de la realidad
sé que el mundo no nació en una piel de naranja
entre un más atrás de las nubes y más atrás de los muros
ven, saldremos entre las piedras secas
compartiremos el pan y el vino
podríamos ser felices hasta la apertura de las aguas
envueltos en la niebla del desierto de nuestras almas
canta, canta y rompe el silencio en cuatro.