4 de mayo de 2007

El hijo de la tierra

¿No ves que te llama el hijo de la tierra?
Llora y golpea fuerte, casi rompe la puerta...
Abre y déjale entrar,
dale de comer la rosca de trigo
y la sal sacada por forzados en corazones,
dale de beber el vino amargo que corre por
las venas de los árboles,
déjale dormir en el zaguán, o mejor junto al horno,
que esté cerca del fuego que hay en nosotros,
ponle en la cabeza la corona de espinas
heredada de los sueños,
dale la flauta del pastor para que cante su historia.

tú sabes dónde lleva