No sé si las gotas de vino cogidas el miércoles por la noche
son la mejor unión entre las dos existencias
y tampoco sé si las hierbas crecidas en las almas de las muñecas
moscovitas
podrían ayudarnos.
Los rayos clavados en las pieles de mandarinas
los pescadores perdidos
las mujeres llorando en la arena
y las nueve olas mágicas
semillas
semillas
milagros
y el sueño…
El océano cambia realidades.
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