Ya nadie caza ángeles
para arrancarles las plumas de las alas con un
me quiere, no me quiere…
sólo en mis sueños recogemos
sonidos entre las nubes,
los mezclamos y construimos violines,
jugamos entre sus cuerdas inmensas
competimos con los ciegos
Que raro…los adivinos en piedras
nos cantan la música de la suerte.
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